Agricultura

La agricultura fue tradicionalmente el soporte principal de la economía española, que emplea actualmente alrededor del 8 % de la población activa. Los principales cultivos son trigo, cebada, remolacha azucarera (betabel), maíz, patatas (papas), centeno, avena, arroz, tomates y cebollas. El país tiene también extensos viñedos y huertos de cítricos y olivos. En 2000 la producción anual (expresada en t) de cereales fue de 23,9 millones; de los cuales 7,1 fueron de trigo, 10,8 de cebada, 4 de maíz y 235.400 t de centeno. La producción anual de otros importantes productos era: 8,8 millones de remolacha azucarera, 3,1 millones de patatas, 5,7 millones de uvas, 3,1 millones de tomates, 2,6 millones de naranjas, y 1 millón de cebollas.

Las condiciones climáticas y topográficas hacen que la agricultura de secano sea obligatoria en una gran parte de España. Las provincias mediterráneas, en particular Valencia, tienen sistemas de regadío desde hace tiempo y el cinturón costero que anteriormente era árido se ha convertido en una de las áreas más productivas de España. En el valle del Ebro se pueden encontrar proyectos combinados de regadío e hidroeléctricos. Grandes zonas de Extremadura están irrigadas con aguas procedentes del río Guadiana por medio de sistemas de riego que han sido instalados gracias a proyectos gubernamentales (Plan Badajoz y regadíos de Coria, entre otros). También son comunes las explotaciones de regadío de pequeño tamaño.

La ganadería, en especial la ovina y la caprina, tiene una importante trascendencia económica. Entre los animales más famosos están los toros de lidia, que se crían en Andalucía, Salamanca y Extremadura para las corridas de toros, consideradas como la fiesta nacional española. En 2000 la cabaña ganadera contaba con 23,7 millones de cabezas de ganado ovino, 21,9 millones de ganado porcino, 6,1 millones de ganado vacuno, 260.000 cabezas de ganado caballar y 128 millones de aves de corral.

La superficie labrada (20.557.000 ha) representa el 41 % de la total y ocupa al 18 % de la población. La gama de cultivos es sumamente amplia, siendo los productos más característicos algunos cereales (trigo y cebada), leguminosas (alubias, habas y garbanzos), hortalizas (tomates, cebollas y ajos), cultivos arborescentes (vid y olivo), frutales (cítricos sobre todo) y plantas industriales (remolacha azucarera, girasol, algodón y tabaco). El trigo y la cebada se extienden principalmente por la Meseta y las depresiones del Ebro y Guadalquivir, mientras el arroz es propio de Sevilla, Levante y el delta del Ebro. La variedad de frutales es enorme: desde los tropicales (plátanos de Canarias) a los de clima templado-frío (manzanas, peras), pasando por las frutas de hueso (melocotones, albaricoques, ciruelas, cerezas, etc.) y las típicamente mediterráneas (naranjas, mandarinas y limones) del Levante español. El olivar extiende por Andalucía, Levante y Cataluña, y la vid por toda España, destacando Andalucía, Cataluña y La Rioja, por la calidad, y Castilla-La Mancha, por la cantidad. La remolacha ocupa las cuencas de los grandes ríos, la caña azucarera el litoral penibético, el tabaco ( áceres. Granada y el valle del Tiétar, y el algodón se extiende por Sevilla y Córdoba.

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