La Graciosa

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La Graciosa

La Graciosa es el mayor de los islotes que componen el primer Parque Natural marítimo-Terrestre declarado por el Gobierno de Canarias, el Archipiélago Chinijo, tiene una extensión superficial de 29,05 km2, con un censo de 718 habitantes (2022).

En el sur de La Graciosa predominan amplias playas de arenas rubias de gran belleza, como las de la Cocina y la de los Franceses. También en el litoral, se localizan los dos asentamientos de esta isla: Caleta de Sebo y Pedro Barba. El primero constituye el núcleo tradicional, mientras que el segundo es una pequeña urbanización turística.

Políticamente pertenece al municipio del norte de Lanzarote, Teguise

Forma parte del Parque Natural del Archipiélago Chinijo y de la Reserva Integral de Los Islotes. Al igual que el resto de las Islas Canarias su origen es volcánico.

La Graciosa esta situada cerca de uno de los bancos de pesca más ricos del mundo, y esta es la principal fuente de ingresos de sus habitantes.

Es una isla llana, donde destacan cuatro conjuntos volcánicos bien diferenciados, siendo el complejo de Las Agujas, con sus 266 metros de altitud, la máxima cota.

En el sur de La Graciosa predominan amplias playas de arenas rubias de gran belleza, como las de la Cocina y la de los Franceses. También en el litoral, se localizan los dos asentamientos de esta isla: Caleta de Sebo y Pedro Barba. El primero constituye el núcleo tradicional, mientras que el segundo es una pequeña urbanización turística. Los dos pueblos miran hacía Lanzarote.

Esta formada por un conjunto de casa blancas y calles de arena. Caleta de Sebo cuenta con unas modernas infraestructuras tanto marítimas como terrestres, así como con todos los servicios (colegio, centro de asistencia sanitaria, farmacia, oficina municipal, sucursal bancaria, etc.), es decir, reúne los servicios imprescindibles para disfrutar e unas vacaciones tranquilas.

Caleta de sebo fue fundada a mediados del siglo XIX debido a que loss primeros pobladores de La Graciosa llegaron para trabajar en la factoría de salazón decidiendo quedarse a vivir definitivamente en las isla tras el cierre de la empresa.

Pedro Barba es el segundo asentamiento humano que colonizó la isla de La Graciosa, hoy transformado en un exclusivo y privilegiado núcleo vacacional. Los fundadores de Pedro Barba llegaron en una segunda oleada de familias, que decidieron seguir el ejemplo de los habitantes de Caleta de Sebo. Desde los años treinta hasta los sesenta del siglo XX, esta pequeña aldea de casas bajas, de muros gruesos, de luz exuberante y de mar generoso se transformó en un lugar paraíso hacia donde se dirigió la emigración lanzaroteña.

Esta isla es para viajeros que sepan disfrutar de la naturaleza, del silencio, de la belleza y como no, del sol y de playas solitarias:

Localización

La isla de La Graciosa de localiza al Norte de Lanzarote y se encuentra separada de ésta por un estrecho brazo de mar denominado el Río que, en su parte mas estrecha, apenas tiene un kilómetro y una profundida que no sobrepasa los diez metros.

Pertenece geológicamente a un conjunto de islas e islotes emergidos del mar en el Norte de Lanzarote conocido como «Archipiélago Chinijo» y compuesto también por las islas de Alegranza y Montaña Clara y los islotes Roque del Este y Roque del oeste.

La Graciosa, con sus 27 km cuadrados, es Parque Natural y Reserva Marina de Pesca dado su peculiar patrimonio medio ambiental, no solo por su vulcanología y paisajes sino también por su enorme riqueza biológica en especies florísticas endémicas y especies marinas, además de su importancia como punto de paso o lugar de cría de algunas, en la ruta de numerosas aves migratorias protegidas.

La isla constituye un punto estratégico, para la explotación pesquera (tanto de altura como de bajura) dada su especial situación geográfica cerca de uno de los bancos de pesca mas ricos del mundo y sus privilegiados fondos poco profundos de los que carecen las islas mas occidentales. La explotación turística es grande, aprovechando la belleza de sus paisajes volcánicos salpicados de dunas y arenales, sus largas playas de arenas blancas y su clima soleado la mayor parte del año.

Descripción

La Graciosa es probablemente uno de los pocos lugares de Europa donde todavía no hay carreteras asfaltadas. Es la más desconocida y la que derrocha más serenidad de las Islas Canarias. Aunque el origen del nombre es desconocido, quizás se deba a los fascinantes colores de sus playas y montañas volcánicas y como cambian desde que amanece hasta que desaparece las luz, pintando un paisaje diferente, que evoluciona desde distintos matices de rojo, amarillo a toda la gama de marrones y ocres. Quien busca un lugar diferente esta encantadora Isla está hecha a pedir de boca.

La Graciosa es una isla llana, donde destacan cuatro conjuntos volcánicos bien diferenciados, siendo el complejo de Las Agujas, con sus 266 metros de altitud, la máxima cota.

La isla cuenta con dos núcleos de población que iniciaron su asentamiento acariciando la esperanza de construir un medio de vida mejor del que huían. Los dos pueblos miran hacía Lanzarote.

Caleta de Sebo esta formada por un conjunto de casa blancas y calles de arena. La Graciosa esta situada cerca de uno de los bancos de pesca más ricos del mundo, y esta es la principal fuente de ingresos de sus habitantes. De hecho ese fue el motivo por el que se fundó Caleta de Sebo a mediados del siglo XIX.

Los primeros pobladores de La Graciosa llegaron para trabajar en la factoría de salazón decidiendo quedarse a vivir definitivamente en las isla tras el cierre de la empresa.

Por es, no no debe extrañar, sobre todo al caer la tarde, ver como llegan a la orilla pequeños barcos cargados con la apreciada mercancía de abades, meros, viejas y bicudas, a mujeres atareadas limpiando el pescado en los charcos y a gaviotas alerta volando en círculos. También es muy habitual ver las jareas oreándose al sol, despidiendo destellos y aromas del mar.

Hoy en día, Caleta de Sebo cuenta con unas modernas infraestructuras tanto marítimas como terrestres, así como con todos los servicios (colegio, centro de asistencia sanitaria, farmacia, oficina municipal, sucursal bancaria, etc.), es decir, reúne los servicios imprescindibles para disfrutar e unas vacaciones tranquilas.

Pedro Barba es el segundo asentamiento humano que colonizó la isla de La Graciosa, hoy transformado en un exclusivo y privilegiado núcleo vacacional. Los fundadores de Pedro Barba llegaron en una segunda oleada de familias, que decidieron seguir el ejemplo de los habitantes de Caleta de Sebo. Desde los años treinta hasta los sesenta del siglo XX, esta pequeña aldea de casas bajas, de muros gruesos, de luz exuberante y de mar generoso se transformó en un lugar paraíso hacia donde se dirigió la emigración lanzaroteña.

El tiempo en la Graciosa

Al igual que el resto del Archipiélago Canario, Los Islotes cuentan con el privilegio de condiciones climatológicas benignas, por el anticiclón de Las Azores, donde se originan los vientos alisios de procedencia norte-nordeste que dominan en el archipiélago gran parte del año, y por la corriente fría de Canarias, rama descendente de la del Golfo, que discurre en dirección sur-suroeste y que tiene un efecto regulador de las temperaturas.

En Verano las temperaturas superan rara vez los 25 grados. Durabnte los meses de invierno, de noviembre a marzo, las noches puedes descender hasta los 16 grados.

Las precipitaciones no suelen pasar de los 200 mm. anuales, .Las lluvias suelen coincidir con la presencia de borrascas en el invierno concentrándose en unas pocas horas y días al año.

Los vientos señalan los rasgos mas determinantes del clima de La Graciosa. Dentro de la vertiente septentrional de Lanzarote, expuesta a los vientos alisios (N-NE), es en los meses estivales cuando su presencia es mayor.

El elemento mas característico del mar en la zona, es su situación, en el paso de la corriente fría de Canarias, que propicia unas temperaturas más frescas de las que corresponderían por situación geográfica, con pocas variaciones estacionales.

Como llegar a La Graciosa

Los que llegan a la Graciosa, lo hacen a través de una pequeña travesía por mar de apenas 20 minutos desde Órzola, el último pueblo de pescadores del norte de Lanzarote. Una vez la embarcación empieza a salir al muelle, desaparece de la vista, al ocultarse tras la Punta de Fariones.

La brevedad del recorrido a bordeo de estos seguros y experimentados barcos a penas nos dará tiempo de disfrutar del aire refrescante y salado, que nos dará en la cara si escogemos ir en cubierta y admirar el espectáculo excitante y juguetón de las olas.

Otra forma cómoda de llegar es por medio de embarcaciones particulares, que podrán fondear en el completo puerto de Caleta de Sebo o en alguno de los fondeaderos naturales con los que cuenta la isla.

Para llegar hasta el puerto de Órzola podemos utilizar el transporte público. Las guaguas salen desde la estación de Arrecife hasta Órzola, al menos dos veces al día, una por la mañana y otra por la tarde.

Historia de la Graciosa

Fue en La Graciosa cuando en junio de 1799, el infatigable viajero y científico alemán Alenxander von Humboldt, padre de la moderna ciencia geográfica y uno de los naturalistas mas universales, experimentó por primera vez la indefinible emoción de pisar suelo no europeo. Antes de descender a tierra, el capitán de la Pizarro confundió con un castillo, lo que tan sólo era una roca de basalto, a la que saludó enarbolado el pabellón español, hasta que descubrieron que se encontraba en la hermosa isla de La Graciosa y que en muchas leguas a la redonda no había sitio habitado.

Dada la posición de esta isla, no es aventurado afirmar, que las primeras expediciones que conocieron Canarias, fondeasen en La Graciosa antes que en ningún otro lugar del Archipiélago.

Uno de los objetos más importantes del comercio de los fenicios, la potencia naval del Mediterráneo, era la púrpura, que se extraía de la orchilla y La Graciosa era uno de los lugares a donde llegaban desafiando el límite de las columnas de Hércules (actual estrecho de Gibraltar) para recolectar esta planta, que le valió a las islas orientales de Canarias el sobrenombre de «Purpurinas».

Cuando Jean de Bethencourt decidió conquistar la Belle Isle otros navegantes ya habían fondeado sus naves en estas tranquilas aguas.

En este sentido, los piratas europeos y berberiscos supieron aprovechar durante siglos, la seguridad y refugio que le proporcionaban las playas de La Graciosa durante sus incursiones por Canarias. Tanto es así, que si continua presencia ha inspirado la leyenda acerca de un tesoro que un barco inglés escondió en la playa de Las Conchas, a principios del siglo XIX, tras ser perseguido por un barco pirata.

Durante años, la Graciosa cumplió con un papel fundamental para la supervivencia del lanzaroteño, sobre todo, tras las dantescas erupciones de Timanafaya, que trajeron la ruina a grandes superficies de cultivo. Hasta la Graciosa, hacían llegar ganado en busca de pastos y una vez allí lo dejaban en libertad hasta la llegada del verano. También, y hasta hace muy poco, La Graciosa era visitada por los lanzaroteños que venían a buscar crías de pardela o pardas, muy apreciadas por su gran reserva proteica en los grandes viajes hacia América, que es donde tiene origen esta tradición y que ha desaparecido de la cocina tradicional, debido a a que la captura de esta especie protegida esta prohibida. La saludable colonia de conejos importados por los españoles, la barrila de la que se extraía sosa mediante quema, el cosco del que se obtenía gofio y sobre todo la abundancia de mariscos y pesca, eran los grandes atractivos que ofrecía La Graciosa a los habitantes de Lanzarote.

Esta es la única isla del Archipiélago Chinijo, que no tiene otro heredero que el Cabildo de Lanzarote por decisión de Agustín de Herrera y Rojas, Marqués de Lanzarote, que así lo estableció «para aprovechamiento comunal». No obstante fueron muchos los intentos que se sucedieron a lo largo de la historia de hacerse con la posesión de la isla, incluido el Gobierno de Estados Unidos que quiso comprarla sin éxitos a mediados del XIX con la intención de usarla como enclave estratégico. Desde 1812, la isla pertenece al término municipal de Teguise.

Puertos y fondeaderos

Caleta de Sebo 29°13.8' N 13°30' W

El puerto de Caleta de Sebo está gestionados por el Servicio Regional de Puertos del Gobierno de Canarias.

Los barcos que arriben del W deben mantener resguardo de la costa y Punta oriental de la Bahía de Salado que escupe bajos hacia el S.

El calado en bocana es de 7 metros y en dársena de 5 mts.

La entrada de la noche no es recomendable para una primera visita.

Un rompeolas nuevo en la zona occidental de la bocana del puerto que parte en dirección SE ha mejorado el abrigo dentro de puntas y es donde los barcos visitantes atracan normalmente. Atención dentro del puerto en la maniobra de atraque, pues a menudo se levantan rachas fuertes del viento que provocan abatimientos difíciles de controlar.

Los barcos que arriben deben comunicar su llegada a la oficina portuaria en el muelle principal, abren de:

08:30-13:00 y 16:00-18:30

Contactar con Juan Pedro Hernández Batista 928-84-20-00.

Las tarifas de amarre se pueden encontrar en

Las Tarifas vigentes en este momento en todos los puertos gestionados por el Servicio Regional de Puertos del Gobierno de Canarias están publicadas en el Boletín Oficial de Canarias nº 62, del lunes 17 de Mayo de 1999. Con la modificación de actualización que se encuentra publicada en el Boletín OFicial de Canarias nº 20, del lunes 12 de Febrero de 2001.

Existen diferentes tipos de tarifas, G1, G2, G3, G4 y G5, las cuales serán cobradas en función de la actividad (recreo, excursiones turísticas, líneas regulares, cruceros, cementos especiales, pesca, etc.) y del estado del barco (fondeado o atracado).

Dejando a parte la actividad y las características del barco, al total, obtenido de la suma de todas las tarifas, hay que aplicarle el 5,0% de I.G.I.C., que es el impuesto que se aplica en Canarias.

Hay agua y electricidad en el pontón interno usado por los pescadores locales, pero no hay instalaciones en el pontón externo. Hay tomas del agua en el muelle, esta es proporcionada por el funcionario portuario.

En el rompeolas del este hay una grúa fija de la capacidad de 3 toneladas y además de un Travel lift: de 30 Tn. y una rampa con una pendiente del 10%.
Disponibilidad de gas oil con un surtidor pero no de gasolina.

Otras zonas de fondeo.

Si no se quiere fondear en barco en el Puerto de Caleta de Sebo también lo podemos hacer en alguna de las otros zonas de fondeos recomendados. Estas las podemos encontrar en las tres bahías al oeste de Caleta de Sebo, en Playa Francesa (el más protegido), Bahía del Salado y Bahía de la Cocina.

Se puede fondear en aguas claras y fondos de arena, en profundidades de 3 a 12 metros, con protección contra los nortes predominantes que van encañonados en el estrecho.

Atención si saltan vientos de componente S pues todos los tenederos están totalmente abiertos y se convierten en un mal fondeadero a los vientos de este componente.

El mismo aviso detallado anteriormente se aplica al fondeadero menos protegido de Pedro Barba en la costa E, donde puede ser posible garrear contra el pequeño embarcadero de piedra.

Si el viento rola al sur, la protección se puede buscar en la orilla S del estrecho del EL Río, (el N de la isla de Lanzarote), aunque incluso aquí las ráfagas fuertes soplan y se aceleran en los escarpados de la isla, un fenómeno que ocurre en todo el archipiélago al fondear en las proximidades de acantilados o de montañas altas.

El puerto más cercano en Lanzarote es Orzola, que se protege contra el sur, u otra posibilidad es Arrieta, donde está más fácil el acercamiento que Orzola. Sin embargo, ninguno de estos puertos tienen instalaciones adecuadas, si el aviso o la persistencia de vientos del S permanece, la mejor decisión es poner proa para Puerto Naos, en Lanzarote, donde es bueno el abrigo de todas las direcciones del viento.

Playas de La Graciosa

Las playas de la graciosa son completamente naturales, eso significa que nadie vendrá a recoger las basuras que generemos. La virginidad y limpieza de las aguas es tal, que no es raro ver tortugas en libertad con toda naturalidad nadando a nuestro lado. A todas las playas del sur se puede llegar a pie. Si cuidamos no desviarnos nunca de los senderos para no erosionar mas el terreno, podemos llegar a la playas de El Salao, La Francesa y la Cocina o la de Los conejos en el Noroeste del pueblo.

Hacia La Playa Barranco de los Conejos, no llega ninguna pista, quien quiera bañarse y disfrutar de un día de sol en ese delicioso rincón, tiene que caminar desde el pueblo en dirección norte, unos tres kilómetros a lo largo de la costa. La mayor parte de los visitantes que vienen a La Graciosa, suelen llegar solo hasta Playa Francesa, unos 2 Km. al noroeste desde Caleta de Sebo. Para llegar a Playa Cocina, tendremos que avanzar dos kilómetros más desde Playa Francesa.

La siguiente playa se extiende justo al pie de la Montaña amarilla, ahí la tranquilidad impera a sus anchas, y nos servirá para desconectar por completo.

Una de las más afamadas maravillas de la isla, es la legendaria Playa de las Conchas, situada en el noroeste. Con unos 400 metros de largo y 100 metros de profundidad.

Para hacer grandes desplazamientos en Caleta de Sebo nos encontraremos siempre un amable graciosero, que por unos 12€ aproximadamente, nos hará de taxista.

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