Entre fiesta y siesta
Según las estadísticas, España tiene más variedad de cafeterías y restaurantes que cualquier otro país europeo. Es cierto que la mayoría de ellos, al menos en las ciudades turísticas, son pequeños restaurantes de tapas, que además abren sólo a determinadas horas.
Cada propietario de una cafetería tan pequeña le fija un horario conveniente de apertura y cierre. En la mayoría de las tabernas españolas el desayuno se sirve de 8 a 10 de la mañana, el almuerzo de una a tres de la tarde y la cena de ocho a once de la noche o hasta la mañana, si, por supuesto, el restaurante está abierto por la noche. Tenga en cuenta que cuando hace calor, todos los establecimientos de restauración españoles suelen estar cerrados para la tradicional siesta.
Tanto las cafeterías como los restaurantes en España suelen ofrecer a los visitantes almuerzos combinados y desayunos de tres platos. Aquí se les llama Menú del día (“menú del día”). Estos platos cuestan aproximadamente entre 6 y 8 euros en los restaurantes de tapas y entre 15 y 20 euros en los grandes restaurantes. Una velada inolvidable a la luz de las velas con flamenco o un torneo de caballeros te costará entre 50 y 80 euros.
Sin embargo, también se puede cenar en pequeñas cafeterías que se encuentran en casi cualquier ciudad española, incluso en la más pequeña. Y todo porque los españoles son muy golosos. Están listos para sentarse durante horas frente a una taza de café, comiendo pasteles increíblemente sabrosos y relativamente económicos, de los cuales se venden docenas, si no cientos, de variedades en pastelerías y cafeterías.
Los españoles tomaron prestado de los conquistadores árabes su amor por los dulces y el secreto de su preparación. De ellos heredaron el amor por las aceitunas, que se venden en España, como nuestras semillas, literalmente en cada esquina.
La cocina en diferentes provincias es diferente y única. Pero no importa en qué parte del país te encuentres, siempre puedes probar la paella, una especie de pilaf de mariscos, así como deliciosas sopas frías de gazpacho. En Cataluña (su costa es especialmente apreciada por los turistas rusos) ofrecerán salchichas de cerdo fritas con judías monguetes.
Para la cena, recomendamos pedir muy buenos vinos españoles: jerez o la famosa sangría. Los hospitalarios vendedores de las tiendas de souvenirs locales suelen ofrecer una copa de este último.
euronews.net, 09.02.05