Pasión por la gimnasia

Pasión por la gimnasia

Alejandra y Rubén forman la primera pareja de rítmica de España Su reto es hacer la exhibición en el Campeonato Europeo

Juntos, Alejandra Céspedes y Rubén Orihuela son una novedosa pareja que hace exhibiciones deportivas de una modalidad que, hasta hace muy poco, estaba vedada a los chicos. Enciclopedias y manuales aún definen la gimnasia rítmica como «modalidad deportiva exclusivamente femenina». Sin embargo, la pasión por ese deporte de ambos ha roto barreras y moldes, para constituir una pareja bien complementada.

Detrás de cada uno de ellos hay una historia personal de voluntad férrea, disciplina y valor.

Alejandra, más conocida en los ámbitos deportivos como Pitty, comenzó a practicar la gimnasia rítmica con 4 años. Ahora tiene 18 y sigue considerando que ese deporte «es mi vida».

Cada día entrena en el Palacio de los Deportes de Torrevieja, que es «como mi segunda casa». Allí acude ,en ocasiones, para entrenar con ella, su pareja deportiva, Rubén Orihuela.

Pitty sufrió un parón que quizá a otra persona con menos voluntad le hubiera apartado definitivamente del ámbito deportivo. A los 14 años, y cuando estaba en su mejor momento de forma, una grave enfermedad la apartó de la competición.

Dice que ese parón de dos años ya está «superado por completo». Aunque a veces tenga que distraer el tiempo de sus entrenamientos a «revisiones rutinarias cada tres meses».

La enfermedad que estuvo a punto de truncar su carrera ha supuesto para Pitty un entrenamiento para la vida. «He aprendido mucho, a vivir a disfrutar en la vida y con lo que más disfruto es con la gimnasia», asegura. Y en el baremo de las prioridades, para Pitty «la gimnasia es lo primero, y luego mi vida personal».

Pitty y Rubén se conocieron en el Campeonato de Conjuntos que se celebró en Torrevieja hace tres años. Luego coincidieron en un curso de entrenadores «y se nos ocurrió la idea de hacer un duo de gimnasia».

Dice Pitty de su compañero que «el único con un nivel alto dentro de esta modalidad deportiva es Rubén, porque los otros les han dejado competir en el campeonato de España este año, pero no tienen el mismo nivel que él». Se refiere Pitty a otros cuatro chicos en todo el país que se han decidido por la práctica de una disciplina deportiva vedada hasta hace muy poco a los chicos.

Y aunque en la modalidad deportiva de la gimnasia rítmica sea poco frecuente que la gente continúe a partir de los 16 o 17 años, por que como explica Pitty «la gente se cansa», ella ha renunciado por voluntad propia a la vida normal de una chica de su edad, «pero porque me gusta, todo en mi vida está relacionado con la gimnasia».

Los entrenamientos los compagina con sus estudios de grado medio de Educación Física, aunque «estoy a medias, porque he dejado este año varias asignaturas por los viajes».

Y es que en la actualidad viaja mucho porque, como explica, «aparte de ir al médico a Valencia, donde tengo que acudir cada cierto tiempo, también viaja a esa ciudad para entrenar con Rubén».

Pero el horizonte de estos jóvenes deportistas va abriéndose poco a poco. «Hemos estado en Barcelona entrenando con Almudena Cid, y este mes vamos a Pamplona y luego un nuevo patrocinador que tenemos nos quiere llevar a Madeira, y más tarde a Budapest». Su reto es que la Federación Europea les deje «ir al campeonato continental a hacer la exhibición».

A muy largo plazo, cuando la práctica de la gimnasia ya no sea posible por razones de edad, se ve haciendo «danza contemporánea», disciplina que duda en comenzar a estudiar.

La pareja gimnástica de Pitty, Rubén Orihuela, es un auténtico pionero. Cuando empezó, con 10 años, era el único chico que practicaba esa modalidad deportiva. «Ahora ya hay más, porque la gente se da cuenta que no es un deporte exclusivamente femenino», comenta.

De su pareja deportiva dice que «nos compenetramos muy bien, ella aporta sus ideas, yo las mías y las ponemos en común».

Su listón lo pone Rubén en «lograr una medalla en un campeonato de España». Y no pone fecha de caducidad a su participación en ese deporte: «Yo seguiré hasta que me guste; cuando deje de llenarme o cuando me vea mal físicamente lo dejaré, pero no pongo fecha». Estudia primero de Bachillerato y quiere ir a la universidad «y hacer la carrera de Danza y Magisterio de Educación Física».

LUISA SÁNCHEZ, TORREVIEJA, laverdad.es, 19.12.05

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