Píldora del vino «made in Spain»
Son de color rojo y concentran los beneficios saludables de ingerir 45 kilos de uva o 45 botellas de vino tinto. O, al menos, eso es lo que ofrecen las cápsulas de resveratrol, un novedoso producto que ha empezado a comercializarse en nuestro país con sello español para luchar contra el paso del tiempo. No ha tardado en ponerse de moda, pese al precio. Cada pastilla, que habría que tomar durante toda la vida, cuesta algo más de un euro.
El resveratrol es una sustancia con propiedades antioxidantes que se halla en la uva y no desaparece en el proceso de fermentación; de ahí que esté presente también en el vino tinto. En teoría, prolonga la vida celular y, con ella, ralentiza el envejecimiento. La piel conserva su mejor aspecto y facilita la regeneración de los órganos internos, desde el sistema cardiovascular al hígado, pasando por el aparato digestivo y el cerebro.
En los últimos años el resveratrol acapara la atención de investigadores y compañías farmacéuticas en todo el mundo que creen estar cerca de lograr un auténtico elixir de juventud y, al mismo tiempo, un nuevo superventas farmacéutico. Mientras arrancan las pruebas y los ensayos clínicos con voluntarios para demostrar su seguridad y eficacia en Estados Unidos, en nuestro país se ha optado por la fórmula más rápida y fácil: la comercialización de un preparado de resveratrol como un complemento alimenticio. Esta fórmula evita los controles más rigurosos que se exigen a los medicamentos.
Las cápsulas españolas de resveratrol son el producto de la investigación de un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y cuentan con el aval de la Agencia de Seguridad Alimentaria. Pero no han tardado en surgir voces críticas que lo cuestionan.
Los investigadores del CSIC Juan Carlos Espín y Francisco Tomás descubrieron por casualidad su píldora del vino. Buscaban una fórmula para mejorar la calidad de las frutas y hortalizas cuando comprobaron que la luz ultravioleta puede incrementar hasta 2.000 veces los beneficios del resveratrol. Las uvas responden a la luz ultravioleta, como si fuera una agresión, fabricando más resveratrol. Al lanzar sus cápsulas como producto alimenticio, el CSIC no ha necesitado pasar por el filtro de los ensayos clínicos y demostrar su eficacia en personas. El producto español se ha probado en ratones y ha pasado controles de seguridad antes de recibir el visto bueno de la Agencia de Seguridad Alimentaria.
En Estados Unidos, los investigadores del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT) y de la Universidad de Harvard que prueban su resveratrol en voluntarios sanos lo hacen con una concentración más elevada que la del producto español. Los estadounidenses defienden una dosis antienvejecimiento de resveratol por persona similar a la que obtendría tras beberse 10.000 botellas de vino. Las cápsulas españolas equivalen a 45 botellas.
abc.es, 22.08.09