Spain is different

Spain is different

En un país normal las noticias normales no serían noticias. A nadie se le ocurriría en un periódico francés, por ejemplo, llevar a su portada que el prefecto de una provincia al norte de Francia hubiera puesto permanentemente la bandera gala en su casa oficial. Pero es que aquí llevaban treinta años sin que en la residencia del lehendakari ondeara la bandera española, salvo en contadas ocasiones, como una visita de los Reyes, faltaría más. Tampoco una vicepresidenta alemana, pongamos por caso, se empeñaría en darle la vuelta al pasado de su padre para ocultar que colaboró profesionalmente con un régimen denostado por la historia, como si el pensamiento se heredara con los genes. Sin embargo, aquí tenemos a María Teresa Fernández de la Vega y del Borrón y Cuenta Nueva, empecinada en hacernos comulgar con la rueda del molino republicano de su progenitor, delegado de Trabajo en Zaragoza, nombrado por Franco a propuesta de José Antonio Girón de Velasco en 1955.

Por no hablar de la pataleta que están montando los nacionalistas catalanes temiendo que el Tribunal Constitucional falle que no son una «nación» ni tienen el derecho de obligar a todos sus habitantes, sean foráneos o no, a aprender la lengua catalana. ¿Pero qué poder se otorgan aquellos que no fueron capaces ni de arrastrar a la mitad de Cataluña para que les refrendara su nuevo Estatuto? O qué me dicen de nuestras autoridades sanitarias, que por cada muerte de gripe A perseveran en buscar detrás del paciente un justificante de riesgo, llámese a éste obesidad, embarazo, hepatitis, diabetes o dentro de poco caries. ¿Es que en sí la enfermedad de esta nueva pandemia no es ya un riesgo?

Parece mentira que con lo que hemos cambiado en España en los últimos años y lo que nos hemos acercado a Europa, sigamos siendo tan differents de los demás. Para lo malo, claro.

abcdesevilla.es, 25.08.09

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